La industria agrícola depende de un importante suministro de energía eléctrica. Casi todas las empresas agrícolas y ganaderas utilizan sistemas automatizados para mantener la producción en funcionamiento. Los procesos automatizados han cambiado con el tiempo y la automatización actual está muy evolucionada. Nunca ha sido más necesario respaldar el suministro eléctrico.
Una granja automatizada moderna no puede permitir que se interrumpa su flujo eléctrico. Incluso los cortes eléctricos a corto plazo pueden tener efectos devastadores en la supervivencia del ganado y los cultivos.
Cada vez más explotaciones agrícolas confían en el alquiler de generadores para lograr una producción de calidad y un mayor redimiendo económico. Mantener la temperatura en procesos de conservación y almacenamiento de frutas y verduras, el suministro de energía autónoma en cosechas o naves agrícolas donde no llega el tendido eléctrico, equipos de climatización para granjas avícolas, porcinas y bobinas, son algunos de los ejemplos donde se hace necesaria la presencia de un grupo electrógeno.